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Mostrando entradas de octubre 2, 2016

ESTO NO CAMBIA. 2016, (Creador. Discutimos,Voto electoral)

CREADOR. Pasa el tiempo, los aconteceres se suceden, monótonos a veces, sorprendentes otras, y damos prioridad a la palabra dios, obviando su cualidad de creador. La palabra “dios” es impositiva, imperante, algo inalcanzable, tambien por ello acojonante, deprimente, superior. Lo maravilloso de la creación (poética, musical, pictórica…) es que permite una libertad de interpretación universal, particular, peculiar dando pie a que cada observador pueda tomar la batuta, el pincel, la pluma estilográfica y recrear el sentimiento primigenio del autor. Esa es la grandeza del creador. Nos convierte a cada uno en procreador con toda la inmensidad de matices que provoca esa alternativa. Te cuestionas, ¿hay dios?. Pues creo que existen tantos como personas creadoras y aquí ya no se trata de suscitar estratos, porque cada observador es el juez y su mirada no debe estar influencia por el nombre, la ideología, sino por su percepción única, independiente, dispar también con los que a ve

LAS COSAS SENCILLAS

CUANDO LAS COSAS SON SENCILLAS.- Parece que todos las conocemos, que incluso hasta nos molesta cuando alguien nos las recuerda, nos sentimos hasta ofendidos por que entendemos que nos tratan como unos ignorantes. El saber siempre ha sido y será bueno, en tanto y cuando tenga una práctica idónea. Dicen que no ocupa lugar, pero hay muchos que ese espacio lo utilizan para llenarlo de incongruencias, muchas veces filosóficas,que “mola” mucho pero que ni ellos mismo pueden dar una explicación razonable y mucho menos proyectarla en una realidad práctica. Llena mucho en la sociedad vocablos “cultos” en contextos disyuntos donde uno ni sabe lo que dice, ni los contertulios entienden nada de nada, símbolo que de la vacuidad de la exposición. Somos paradigma de nosotros mismos. Nos creemos más porque usamos palabras que no tienen consonancia alguna con el tema tratado, porque sobrepasamos lo ordinario: “eso ya lo sabía yo” cuando al segundo siguiente el más nimio gesto de un niño, o

campanas. COSTUMMBRES

CAMPAÑAS. Suenan las campanas en lontananza con un ruido infernal, porque hoy día las campanas eléctricas ya no bandean con armonía religiosa, hoy solamente meten un ruido espantoso, chillón que más que llamar a actos piadosos parecen manejadas por el mismísimo diablo en un intento desmedido de espantar a los creyentes. Las campanas, como todos los instrumentos, poseen su temple, su corazón, ellas saben trasmitir la alegría de la festividad, la angustia de la despedida del ser querido, nos avisan raudas del peligro del fuego que abrasa nuestros campos, nuestras casas, llaman prestas al auzolán comunitario, cantan alegrías, gimen añoranzas de personas entrañables, apuran la angustia del peligro, aprestan las manos callosas y cansinas de nuestros labriegos para la tarea conjunta en labores desinteresadas. Acompañan las procesiones e incitan a los hombres y mujeres a acicalarse con las mejores prendas par acudir a la misa del domingo o día del patrón o patrona del pueblo inunda

FETAL. LA HISTORIA DE UN DESENGAÑO.

FETAL FETAL La aldea era pequeña, con sus débiles casitas, muchas de ellas de forma circular al antiguo estilo aimara, alzadas con ladrillos de adobe o excrementos de sus animales y cubiertas con hojas de palma, al abrigo de un gran monte en la altiplanicie de la sierra de los Andes formando un círculo que crea en medio una pequeña plaza que sirve de foro para las reuniones y asambleas populares, al igual que para celebraciones festivas con vestidos de vivos colores y movimientos vivaces, con timbales y cuernos o phututus que llenan con su sonido ronco el pueblo y el aire esparce por los alrededores y golpeando sus notas en las laderas blancas de las montañas, sus declives cubiertos con patujúes y toborochis de hermosas gamas de colores, su rebote las extiende por toda la cordillera colmando el ambiente de una alegría contagiosa donde aquellos hombres mujeres y niños por un momento aparcan su atormentada existencia, alabando a sus ancestros dioses; Inri