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Mostrando entradas de enero 7, 2017

LOS DOS PERDIERON.

Los dos perdieron. Habían nacido juntos sin ser siameses, unidos en lo material y en lo espiritual, formando un todo indisoluble, uno síntesis del otro. Así siguieron durante los primeros años porque la infancia no parece marcar diferencias pronunciadas, insalvables. Con el paso del tiempo comenzaron los matices, livianos, triviales que sin creerlo fueron formando diminutas fisuras entre ambos. Armaban un todo conjunto, inseparable. Del principio al fin del período de su vida transcurría con naturalidad cuando las coincidencias en ideas, actos, trabajos eran sincrónicas, pequeñas trifulcas que se diluían en los minutos siguientes con una vuelta a la normalidad natural. Dormían juntos, corrían al unísono, jugaban los mismos juegos, armonizaban muy a menudo en pensamientos parejos, participaban en la misma mesa. Su normalidad era tan simple que a nadie de su alrededor llamaba la mínima atención su cotidiano devenir. Pasaban tan desapercibidos que eran un número más en e

HACIENDO CAMINO

HACIENDO CAMINO.- Para muchos caminantes que recorren estas veredas olvidadas de la mano de Dios y de los hombres, encontrarse con este pueblo abandonado, donde solo moran dos personas, un cariñoso perro y algunos animales domésticos, supone para ellos una sorpresa agradable, máxime si sus pies están cansados, sus cuerpos fatigados, sus estómagos vacíos, su boca reseca y su espíritu peregrino decaído por la fatiga. Arriban a la cima del camino y estiran su cuerpo enjuto, desperezan sus brazos, atusan sus revueltos cabellos y aspiran con profundidad un soplo de aire fresco. Pocos metros más allá una diminuta fuente susurra su cantilena sencilla, pausada, sabedora de que aunque transcurran los años, la gente agonice o deje atrás el camino de peregrinaje para siempre, otros vendrán y para ellos, su sola presencia será momento de sosiego, un impasse para renovar bríos, para el sueño reparador. Anotar en el vetusto cuadernillo las impresiones de una jornada lluviosa, implacable, ensa

AÑO NUEVO-

YA SE HA ACABADO TODO. Los humildes asalariados, sostén, de los que no tenemos que madrugar y de hacer pocos planes,volverán a madrugar, a enfundarse en su buzo, a coger la escoba helada, a los que se tienen que colocarse de nuevo en su puesto frente a la iglesia, en el supermercado, sin horario fijo, sin futuro alguno. A los pobres de energía tienen el consuelo que todos los años trae un verano y alivia las penurias. Los ricos estudiaran nuevamente los estratos económicos, no sea que les falta para la supervivencia, revisaran los dividendos y tomaran medidas para que el beneficio aumente, sea a costa de quien sea. Más de lo mismo, año tras año, animales que siempre tropezamos en la misma piedra. Nuestra felicidad ficticia de estos cuatro días atosigados de comida, de excesos etílicos, de risas provocadas, de parabienes obligados, de regalos inútiles. Los políticos enfrascados en disquisiciones egoístas, por no perder las prebendas, los sillones, las fotos de obligad