Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre 28, 2016

Y SI NO HAY NADA ¿QUË?

Y SI NO HAY NADA, ¿QUE? Nacemos, y al segundo siguiente, como si fuéramos un cuadro a subasta., como razias ya nos definen genéticamente: igual que su padre, ¡que va! calcado a su madre! -como si los progenitores pudieran incluso dudar de quien es la criatura. El tiempo transcurre y llegan años en los que parece es menester tomar una decisión: maestro como su padre, si es niño..- .- ¡Hombre, por dios! Que eso hoy por hoy es un poco vulgar. Está más valorado ingeniero de comunicaciones, médico… Si el resultado del parto es niña pues más de lo mismo, enfermera, azafata, cirujana. Es curioso, nunca he oído que nadie propusiese como futuro profesional “político”, quizás por que es intrincado conseguir padrinos a veces alejados de nuestras posibilidades. Nadie de los veladores por el futuro de la criatura se detiene, primero a ver si sus facultades dan para una u otra cosa, eso sí, se harán esfuerzos ímprobos, “cueste lo que cueste se ha de conseguir...” mucho menos en deten

LAS COSAS PEQUEÑAS

CUANDO LAS COSAS SON SENCILLAS.- Parece que todos las conocemos, que incluso hasta nos molesta cuando alguien nos las recuerda, nos sentimos hasta ofendidos por que entendemos que nos tratan como unos ignorantes. El saber siempre ha sido y será bueno, en tanto y cuando tenga una práctica idónea. Dicen que no ocupa lugar, pero hay muchos que ese espacio lo utilizan para llenarlo de incongruencias, muchas veces filosóficas,que “mola” mucho pero que ni ellos mismo pueden dar una explicación razonable y mucho menos proyectarla en una realidad práctica. Llena mucho en la sociedad vocablos “cultos” en contextos disyuntos donde uno ni sabe lo que dice, ni los contertulios entienden nada de nada, símbolo que de la vacuidad de la exposición. Somos paradigma de nosotros mismos. Nos creemos más porque usamos palabras que no tienen consonancia alguna con el tema tratado, porque sobrepasamos lo ordinario: “eso ya lo sabía yo” cuando al segundo siguiente el más nimio gesto de un niño, o