Los
símbolos una falacia.-
Empecemos
por el principio. Cuando los condes, reyes acudían sus guerras
llevaban impreso en su escudo un símbolo, que él solo sabia lo que
quería decir. Si la victoria les sonreía aquello adquiría una
alegoría de tal circunstancia y a partir de ese momento se izaba en
un trapo en la torre más alta de su castillo.
Si
el susodicho había sufrido heridas de guerra, tantas
como habían sido herido colocaba en el blasón franjas rojas en
igual cuantía. Si sus
poderes
eran casas de hijodalgos las
calderas que se exhibían
en su heráldica
declaraban cuantas eran
sus haciendas y así
sucesivamente iban añadiendo distintos esmaltes en sus escudos
heráldicos.
Los
reyes hacían más de lo mismo y con mucha más autoridad, que no
consenso popular.
Los
tiempos cambian y el rey de turno, o el dictador, proceden de
idéntica manera hasta que ese sentimiento “particular” se
convierte en la insignia patria. Nada de consenso ni menos entonces
consulta popular. Y hoy
tampoco.
¿Qué
sucede? Que con el transcurso del tiempo en cada lugar nos
encontramos con un símbolo particular, de un señor particular y que
por omisión obligada, acatamos como un blasón patrio.
Navarra
tiene fondo de Gules:Color
rojo. Simboliza al dios Marte como elemento de fuego, valor. Su
obligación es la protección en armas
del soberano o príncipe. En
principio está bien y es lógico. Nuestro Rey Sancho el Fuerte gana
la batalla de las Navas y se trae unas cadenas y con toda la
lógica de aquellos tiempos las coloca en su bandera
o blasón,
podía haber colocado una granada, o un gorro moro, pero no
lo hace como
símbolo de Navarra sino como de su poder. Tambien el pueblo ¿que
otra cosa podía hacer?, lo admite.
Esto
no solo sucede en nuestro reino, la señera de Aragón, cuenta
la misma historia que cuando el rey aragonés se moría con sus
cinco
dedos manchados de sangre por sus heridas
se aferra
a su pendón y marca cinco motas y ese hecho se consolida como escudo
de Aragón y posteriormente del Condado de Cataluña.
Francisco
Franco se fabrica una bandera a su gusto con el “no plus ultra”,
bueno a su manera de pensar, está incluido el escudo de Navarra. La
Lista sería interminable en el mundo político.
Todos
estos personajes nos venden que es el sentimiento patrio, sin previa
consulta y asumiendo la todopoderosa gracia
de
su infalibilidad (Caudillo de España por la gracia de Dios).
En
el siglo XXI sin consenso ni consulta alguna nos estamos pegando de
tortas por algo como el sentimiento que es
personal
e
intransferible de cada ciudadano, como una obligación de debido
cumplimiento.
¿Sucedería
una hecatombe si un día cada cada
ciudadano saliera
a la calle manifestando sus sentimientos con la bandera que le
representase a cada uno?
Eso
sería imposible, porque
¡fijate tú los mástiles que harían falta!
Pues
nada, ninguna. Los sentimientos son personales y a mi
particularmente me trae al pairo y como a mi casi todos un trapo que
otro, lo mismo que los de cocina.
¿No
tenemos otra cosa más importante que hacer?
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